Disfunciones sexuales post COVID -19
El vínculo entre la COVID-19 y disfunción eréctil
Algunos de los vasos sanguíneos más pequeños y frágiles se encuentran en el pene, además de suministrar sangre a la mitad inferior del cuerpo, también son cruciales para suministrar flujo sanguíneo a los órganos reproductivos y ayudar en las erecciones.
En algunos hombres, la infección por COVID -19 puede desencadenar hiperinflamación en el cuerpo, lo que puede provocar la formación de pequeños coágulos de sangre, así como inflamación en el revestimiento de los vasos sanguíneos. El suministro de sangre al pene puede bloquearse o estrecharse, lo que dificulta tener una erección.
La testosterona, que también es crucial para las erecciones, tampoco es inmune a los efectos de la COVID-19. Estudios recientes sugieren que la COVID-19 puede reducir los niveles de testosterona y la fertilidad en los hombres.
El virus COVID-19 ingresa a las células con la ayuda de una proteína llamada enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2) que prevalece en los testículos. El virus usa la ACE2 para infectar los testículos. Debido a que aquí es donde se producen la testosterona y los espermatozoides en los hombres, se puede inferir que el virus puede afectar las erecciones y la fertilidad.
Específicamente, un estudio realizado en Italia encontró niveles más bajos de testosterona en hombres que se habían recuperado de la COVID-19.
En julio de este año el Dr. Eliyahu Kresch de la Universidad de Miami ha publicado un interesante estudio piloto en The World Journal of Men´s Healt , "La disfunción endotelial COVID-19 puede causar disfunción eréctil: estudio histopatológico, inmunohistoquímico y ultraestructural del pene humano"
Este estudio es el primero en demostrar la presencia del virus COVID-19 en el pene mucho tiempo después de la infección inicial en humanos. Los resultados también sugieren que la disfunción generalizada de las células endoteliales de la infección por COVID-19 puede contribuir a la disfunción eréctil. Los estudios futuros evaluarán nuevos mecanismos moleculares de cómo la infección por COVID-19 conduce a la disfunción eréctil.
La disfunción endotelial de la infección por COVID-19 puede contribuir a la disfunción eréctil resultante. La integridad vascular es necesaria para la función eréctil, y es probable que el daño endotelial asociado con COVID-19 afecte el flujo vascular del pene, resultando en una función eréctil deteriorada. No se pudo detectar la proteína viral en el tejido del pene mediante inmunohistología, posiblemente debido a una carga de ARN viral comparativamente baja en el pene. Este resultado no fue sorprendente ya que estudios recientes muestran que el aislamiento de COVID-19 es poco probable en muestras con cargas bajas de ARN.
Basándonos en los hallazgos actuales, se pueden trazar dos hipótesis sobre cómo el virus SARS-CoV-2 puede conducir a la disfunción eréctil. Primero, al igual que otras complicaciones relacionadas con COVID-19, la disfunción eréctil puede ser el resultado de una infección sistémica que da como resultado una disfunción endotelial generalizada. Esto está respaldado por los hallazgos de disfunción endotelial observada en hombres con COVID y disdunción eréctil. En segundo lugar, también se puede plantear la hipótesis de que el empeoramiento de la DE de estos pacientes puede deberse a la presencia del virus dentro del propio endotelio cavernoso.
Los antecedentes de COVID-19 deben incluirse en el estudio de la disfunción eréctil y los hallazgos positivos deben investigarse en consecuencia. Los pacientes deben ser conscientes de la posible complicación de la DE posterior a COVID-19. Cualquier cambio observado en la función eréctil después de la infección debe ser objeto de seguimiento con el especialista apropiado para el tratamiento y para ayudar a investigar más a fondo la afección. Se necesitan estudios futuros para validar los efectos de este virus en la función sexual.
Dr. José Luis González Salazar